Luego de su designación oficial mediante un decreto provincial, el flamante presidente de Puerto Rosales, Guillermo Burgos, analizó el futuro del mismo.
El Decreto N° 1272 designa al presidente del flamante Consorcio de Gestión del Puerto de Coronel Rosales, prácticamente coincidiendo con el 111° aniversario del puerto y el día del trabajador portuario.
Son fechas significativas, para valorar lo que se hizo durante la construcción de las estructuras, de la mano del ingeniero Abel Pagnard y, hoy, de los empleados que hacen posible que el muelle continúe operativo.
Mariano Uset, Javier Tizado y Guillermo Burgos
El decreto consolida un paso más hacia la transferencia de los bienes (de la Pcia. de Buenos Aires hacia el nuevo Consorcio rosaleño) y la conformación del Directorio, que será la representación de los principales actores del sector.
El Consorcio es un ente público, no estatal, una administración que puede gerenciar los recursos recaudados, organizar, planificar y decidir el destino de los mismos, localmente, ya no más afectados a las decisiones que antes se tomaban desde la Dirección de Actividades Portuarias, en la distante ciudad de Ensenada.
Hoy tenemos el derecho y el deber de planificar, ser capaces de decidir el destino del puerto, en un entendimiento amplio con nuestro propio Municipio y con el sistema portuario regional, que es menester seguir conformando.
En conjunto, los muelles e infraestructuras de Cerri, Galván, Ingeniero White, Base Naval y Rosales deberán ser, en una década, el conglomerado portuario más importante del país, impulsado por la trascendencia y organización del puerto de Bahía Blanca y por el lugar que ocupa en el volumen de cargas bonaerense y nacional.
Cada unidad portuaria con su jurisdicción, sus características, facilidades y posibilidades, a complementarse en un sistema racional que atienda a la demanda de las crecientes producciones agrarias, del producido e insumos de Vaca Muerta y al hidrocarburo y pesca atlánticos.
El incremento de toda esta carga citada exigirá el desarrollo de los medios de transporte, de la logística y de los espacios físicos para poder acompañar a las operaciones provenientes del oeste gasífero/petrolero, del norte granelero y del sur ictícola.
Para tal, los puertos de Bahía Blanca y Rosales y sus Municipios hacen parte de AIMAS (Asociación Intermodal de América del Sur), para tener injerencia en toda la planificación de esta temática.
Del mismo modo se desprende la necesidad de fortalecer los existentes o crear nuevos centros de mantenimiento y reparaciones del transporte terrestre, ferroviario y naval, en manos de técnicos y también de representantes del sector laboral.
Grandes espacios deben ser armados, en breve plazo, para atender a todo este movimiento que se avecina, como también centros de formación y capacitación permanentes, involucrando a las escuelas técnicas y universidades.
La administración de Puerto Rosales está comprometida en el crecimiento del sector, consciente de la necesidad de un trabajo más fluido aún con la Zona Franca y con el Concesionario vinculado al hidrocarburo. La realidad socioeconómica de la región no admite más demoras ni individualidades. Fuente: La Nueva