Los próximos meses serán claves para la industria del gas en Bahía Blanca. Para febrero está previsto al arribo de la barcaza que producirá gas natural licuado (GNL).
El jueves pasado YPF anunció que la Caribbean FLNG ya viaja rumbo a Bahía Blanca, donde será rebautizada Tango FLNG.
La unidad de licuefacción está siendo transportada por el buque Forte, una embarcación especial de 200 metros de eslora y bandera de Malta.
En el puerto de Bahía Blanca será amarrada en el muelle de Compañía Mega, en Cangrejales, y tras un mes de alistamiento y adecuación a las instalaciones terrestres, comenzará a operar.
La misión de la barcaza será licuar el gas disponible (reducirá 600 veces su volumen), no sólo de Vaca Muerta sino de otros yacimientos patagónicos.
En los meses de invierno el Gas Natural Licuado (GNL) será despachado en barcos metaneros hacia Escobar, donde un buque regasificador lo volverá a su estado gaseoso y lo inyectará en los gasoductos del norte.
Cuando la demanda invernal disminuya los excedentes seguramente será despachados en barco a mercados del exterior.
Si bien el transporte por barco es más costoso que por gasoducto, al estar los ductos colmados en lo que hace al trayecto Patagonia – Buenos Aires, la vía naval constituye una alternativa concreta. De esta manera el país evitará costosas importaciones de GNL.
El proyecto marca la entrada de Argentina en el selecto club de las naciones exportadoras del GNL en todo el mundo, con un plan inicial de exportar a los mercados extranjeros 500.000 toneladas del GNL anualmente.
Esa cifra equivale a 2,5 millones de metros cúbicos de gas diarios (unos ocho barcos) y representa 200 millones de dólares en exportaciones a destinos como el sudeste asiático, Europa o mercados de la región.
El contrato firmado es por 10 años y requiere una inversión cercana a los 20 millones de dólares para la readecuación de la infraestructura terrestre.
Pero esta no es la única novedad que deparará el verano para Bahía Blanca y de hecho la llegada de la barcaza constituye el puntapié inicial para un proyecto mucho más ambicioso del que se vino hablando en los últimos meses: la construcción de una planta terrestre de licuefacción.
La idea de YPF es lograr la construcción de instalaciones terrestres en la zona de puerto Galván, detrás de la ex refinería de la Esso.
Esta planta tendría mucha más capacidad que la flotante, ya que produciría 20 millones de m3 anuales contra los 500 mil de la Tango FNLG.
Esto representaría un negocio de 4.000 millones dólares anuales por exportación contra los 200 que ingresarían en 2019 si todo marcha de acuerdo a lo previsto.
Presentación en Nación
Ahora trascendió que Excelerate Energy, la empresa que tuvo a su cargo el proyecto de los buques regasificadores en Bahía y que es la propietaria de la barcaza, en enero presentará los resultados del estudio de prefactibilidad técnica que elabora junto a TGS para instalar módulos de licuefacción terrestres.
Directivos de la empresa señalaron al diario La Mañana de Neuquén que la iniciativa resultará muy atractiva para las empresas productoras que son las más interesadas en desarrollar Vaca Muerta y en colocar su producción.
Para financiar el proyecto se podría acudir a organismos multilaterales de crédito o a la Overseas Private Investment Corporation.
Gigantesca inversión
Según estimaciones previas la construcción de una planta terrestre para la producción de GNL demandaría entre 4.000 y 5.000 millones de dólares.
El presidente de YPF, Miguel Angel Gutiérrez, acaba de decir que la planta constituye el eslabón final de una cadena productiva muy estudiada, cuya concreción podría darse de acá a 4 o 5 años.»Las plantas de GNL son el caño al mundo y necesitamos ese caño», sostuvo.
Otros proyectos
Además de los 4 o 5 mil millones de dólares que requiere también se necesitan entre 5.000 y 10.000 millones de dólares para el desarrollo del complejo petroquímico y alrededor de 1.500 para el gasoducto hasta Rosario.
En diálogo con El Cronista.com el titular de YPF dijo que se necesita algo más para acelerar las inversiones en torno a Vaca Muerta entre próximos siete años:
«Debemos poner todos estos pedacitos mencionados todos juntos y articulando esto en una ley o estructuración», sostuvo.
«Si vamos a exportar GNL al mundo debemos tener contratos de exportación ininterrumpibles por 25, 30 años. Probablemente quien venga a hacer una inversión de ese tipo también va a pedir cierto blindaje en términos de marco impositivo».
Para Gutiérrez todo esto debería ser encapsulado dentro de una ley y debe ser consenso de política pública, no sólo de este gobierno sino de la oposición.
«La inversión es tan grande que quienes vengan a hacerla van a requerir un cierto marco lógico. Vamos a tener que trabajar en armar esto rápidamente porque el reloj está corriendo y esa es una excelente noticia para Argentina».
Agregó que YPF se encuentra liderando el proceso destinado a la construcción de la planta de GNL, entendiendo qué es lo que se necesita.
Al mismo tiempo reconoció que se necesita un socio y este puede ser productores o empresas que se dedican al negocio del GNL internacionalmente: «No hay tantos países en condiciones de exportar GNL, menos de 15, y nosotros somos uno de ellos», concluyó el presidente de YPF.
Fuente: La Nueva, por Adrian Luciani