En febrero se realizó la primera exportación de shale oil proveniente de Neuquén y para los próximos días se espera una operación similar. Las perspectivas son muy buenas.
Así como Bahía Blanca sigue consolidándose como el puerto de entrada a Vaca Muerta, Rosales comienza a perfilarse como el puerto de salida para el petróleo de los yacimientos neuquinos.
La primera exportación tuvo lugar en febrero pasado con 80.000 toneladas que YPF envió a Bahamas en el buque «Seaways Luzon» y que le representó un ingreso de 29 millones de dólares.
En los próximos días se le sumará un despacho de 15 mil toneladas a cargo de Vista Oil, la petrolera de Miguel Galuccio.
Hace 10 años que la Argentina no exportaba petróleo crudo de Neuquén y todo parece indicar que este tipo de operaciones se irá multiplicando en los próximos años.
No pocos especialistas sostienen que la exportación de petróleo de Vaca Muerta está dada hoy por sus características particulares, ya que si bien es crudo liviano su composición no le resulta óptima para todas las refinerías nacionales. El mismo secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, dijo que a partir de junio se irán incrementando este tipo de exportaciones y, en tal sentido, el puerto natural es Rosales.
Esta estación marítima, gracias a la construcción del oleoducto desde Neuquén en la década del ’60, fue desplazando a puerto Galván en lo que es el transporte naval de crudo y ahora se encuentra en inmejorable posición para exportar el shale oil de Vaca Muerta.
Varios de estos aspectos fueron expuestos durante la reciente jornada sobre transporte y logística de Vaca Muerta realizada en Neuquén, y de la cual tomó parte una delegación del puerto de Bahía Blanca.
Esta posición de liderazgo se basa en dos elementos fundamentales: el oleoducto que maneja Oldelval y la playa de tanques y monoboyas a cargo de Oiltanking.
Las buenas perspectivas se fundamentan en la mayor producción que se espera de la cuenca neuquina, fundamentalmente de Vaca Muerta.
Oldelval ya inició trabajos de reacondicionamiento y modernización de cuatro de sus estaciones de bombeo: Chichinales, Zorrilla, Río Colorado y Salitral.
También anunció que junto a esos trabajos se efectuará la modernización de la playa de tanques, la instalación de nuevos caudalímetros y el refuerzo del sistema de control de pérdidas.
Con esto sumará 10.000 m3 adicionales diarios a la red que lleva petróleo a Puerto Rosales, la cual tiene una extensión de más de 1.700 kilómetros y atraviesa cuatro provincias para unir Rincón de los Sauces en el noroeste, y Plaza Huincul en el este, con el estuario de Bahía Blanca.
En los últimos meses la cuenca neuquina viene evidenciando un aumento de la producción de crudo como consecuencia del cambio de rumbo que adoptaron las operadoras por la crisis del subsidio al gas, las carencias del sistema de transporte y el menor consumo producto de la caída de la actividad industrial.
Hasta ahora el crudo posee un precio internacional que torna redituable un aumento de la producción.
El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, dijo que este año las exportaciones de gas y petróleo de Vaca Muerta llegarán a u$s 500 millones.
De este total, según estimó, el gas y el petróleo se repartirán la torta en partes iguales.
También afirmó que las ventas al exterior de las operadoras de la cuenca neuquina se triplicarán en el corto plazo.
“El año que viene serán unos 1.600 millones de dólares en exportaciones de gas y crudo al exterior”, puntualizó Gutiérrez, quien sostuvo que de ese total serían “unos 500 millones de dólares en gas y otros 1.100 millones en petróleo”.
Desde la izquierda, Julio Mayor, Fabián Gurrado, Miguel Donadío, Adrián Forte, Pablo Ammarelo y Juan Linares, durante la reciente jornada de Transporte y Logística sobre el futuro de Vaca Muerta.
Ahora resta saber si el crudo liviano de Vaca Muerta seguirá denominándose Medanito o pasará a llamarse Vaca Muerta por sus características propias, al tiempo que sólo las exportaciones regulares servirán para saber cuál es su precio internacional.
Por lo pronto las futuras exportaciones de crudo por barco beneficiarán a Puerto Rosales, una estación marítima que no puede esperar con mejores perspectivas su autonomía.
Fuente: La Nueva, por Adrián Luciani