La mala cosecha en amplias zonas del país y el retiro del regasificador fueron dos aspectos con especial incidencia. Para este año se estima una franca recuperación, sobre todo por las muy buenas perspectivas cerealeras.
El año que pasó no fue el mejor en lo que hace al tráfico de mercaderías por los puertos locales, sin embargo, todos los pronósticos vaticinan un 2019 mucho mejor en materia portuaria.
Si bien aún no se conocen los números finales de 2018, de acuerdo al comparativo entre enero/noviembre de 2017 e igual período de 2018, la caída llega al 17 por ciento.
Seguramente en esto tuvieron mucho que ver las flacas cosechas que registró el país y la importante baja en las importaciones de gas natural licuado (GNL) por el muelle de Mega.
En aceites y granos registraron las caídas más pronunciadas, con 24 y 22 por ciento respectivamente.
Luego le siguieron químicos e inflamables (-15%), cargas varias (-7,9%) y subproductos (7%).En sintonía con lo señalado anteriormente, las mermas en los embarques de trigo fueron del 28 por ciento y las de metanol 26 por ciento.
El comparativo por productos entre 2017 y 2018 también se destaca por marcar que las exportaciones de fruta registraron un aumento del 130 por ciento, las importaciones de partes de aerogeneradores 149% y las de arenas especiales para Vaca Muerta 159%.
Los embarques de maíz tuvieron un repunte del 17% y los de pellets de soja 148%.
Un reciente informe del Centro Regional de Estudios Económicos Bahía Blanca -Argentina (CREEBBA) concluyó que los 10 primeros meses del año pasado se registró una caída significativa en las cantidades movilizadas de los puertos de Bahía Blanca y Coronel Rosales respecto de 2017.
Sin embargo, los precios internacionales fueron en sentido contrario, lo que mantuvo la valorización relativamente estable.
«Gran parte de la caída registrada en las cantidades tiene su correlato en la baja comercialización de productos agrícolas (granos, aceites y subproductos), causada por una mala cosecha».
El trabajo también precisó que la campaña actual (2018/19) prevé mejores expectativas en cuanto a rindes y producción agrícola, lo que tendería a mejorar la comercialización de graneles sólidos, principalmente canalizados a través del puerto de Bahía Blanca.
«Por lo tanto, es de esperar que en el año entrante (por 2019) se mejoren las cantidades movilizadas del sector agrícola, recuperando las pérdidas sufridas en el año actual (2018)».
Respecto del movimiento de combustibles el trabajo observó una leve recuperación en los últimos meses de 2018.
«Los precios han acompañado esta tendencia hasta el mes de octubre. No obstante, desde la baja evidenciada en el precio internacional del petróleo, la valorización del movimiento podrá bajar, siempre y cuando no aumenten las cantidades movilizadas.
El CREEBBA también aludió a la partida del buque regasificador, aunque consideró que el ceso de las importaciones de GNL podrían compensarse con la llegada de la barcaza de licuefacción prevista para febrero próximo.
«Se estima que la producción gasífera argentina avance hacia una senda de crecimiento, permitiendo la exportación de dicho gas a través de la licuefacción en el puerto de Bahía Blanca.
«Asimismo, es de esperar que la mayor producción del yacimiento de Vaca Muerta y la correspondiente construcción del tren a Añelo, mantengan un volumen considerable de importación de insumos, principalmente arena y maquinarias (material proyecto).
El informe señala que la caída comenzó en el bimestre octubre-noviembre de 2017, donde se evidenció una notable contracción de las cantidades movilizadas, situación que no logró recuperarse durante todo el transcurso de 2018.
Los productos que dieron inicio a esta baja fueron los granos, principalmente maíz y soja, y los inflamables, donde se destaca la menor participación de gas metano.
«Más específicamente, analizando las cantidades físicas se observa cómo en el acumulado del año 2018 (comparación interanual respecto del mismo período del año 2017) se contrajo notablemente el movimiento de productos agrícolas e inflamables».
En los productos agrícolas se advierte una contracción del 50% en la exportación de aceites vegetales, del 30% en pellet de girasol, 76% en poroto de soja y 24% en trigo, causado por la mala campaña agrícola 2017/18 que disminuyó considerablemente la producción de granos, y con ello la elaboración de subproductos.
En los inflamables se importó un 20% menos de gas por mejoras en la producción interna (aumentó la producción argentina de gas convencional y los primeros pasos en la producción de shale gas contribuyeron a la baja) y transitó por Coronel Rosales un 15% menos de petróleo crudo (removido).
Discriminando por tipo de movimiento, la exportación muestra un comportamiento más estable hasta abril de 2018, movimiento donde se evidencia un período de baja.
«Si bien existe una reducción en el movimiento de granos y derivados, esta caída se compensó con una mayor exportación de productos industrializados (de mayor precio FOB) como algunos combustibles líquidos, urea y PVC que tienden a compensar el índice de cantidades de exportación (se recuerda que productos de mayor valor tienen una ponderación más grande en el índice)».
Precios de la mercadería
Contrariamente a lo ocurrido con la cantidad, el precio de los bienes movilizados por los puertos estudiados mostró una tendencia creciente. Este hecho ayudó a compensar la caída en los volúmenes en movimiento observados en la sección anterior.
Existió durante todo 2018 un crecimiento de precios en los principales productos movilizados.
Los precios más altos compensan la menor cantidad
1. Si bien en los últimos meses las cantidades de mercancías movilizadas por el puerto se encuentran en caída, las subas internacionales de los precios permiten compensar las bajas manteniendo un valor medianamente estable.
2. Salvo las bajas registradas en los meses de enero, febrero y septiembre, el resto de 2018 mostró un valor total movilizado (precio *cantidad) mayor que en 2017.
3. Los productos movilizados en Puerto Rosales tienen una senda de precios positiva y estable por el aumento sostenible de los inflamables. En cambio, la mayor disparidad de productos transitados por Bahía genera una curva de precios más volátil, aunque con una tendencia positiva.
Fuente: La Nueva