por AGUSTIN BARLETTI, en Transport & Cargo

Terminal exterior, un solo operador e inexistencia de períodos críticos durante la transición son los rasgos de la licitación.
Vencen las actuales concesiones, y con la mira puesta en mayo de 2020, el proyecto de modernización del Puerto Buenos Aires toma cuerpo definitivo. Ya se lanzó la licitación de impacto ambiental, y la de análisis de costos. El paso siguiente, será el anuncio oficial por parte del Ministerio de Transporte de la Nación, la explicación técnica del proyecto, el lanzamiento de un data room, y la comunidad portuaria en su conjunto opinando sobre los pliegos.
En todo momento se buscó favorecer y potenciar la logística argentina, pero sin dejar de considerar cuál es el mejor negocio para el inversor y preservar ante todo las fuentes de trabajo. Así el proyecto fue mutando pero siempre en la misma línea, hasta llegar a la situación actual.
La dársena 1 será para cruceros, y una vez concluida la terminal exterior, la operatoria de cargas irá trasladando. El resto del puerto actual y la futura terminal exterior en construcción será concesionado por 35 años más 15 años a un solo operador.
El gran logro de este proceso será la inexistencia de períodos críticos durante la transición del actual, al nuevo formato de puerto. Esto será así, porque el operador que surja de la licitación recibirá el puerto como se encuentra en estos momentos y allí desempañará funciones hasta que mude sus operaciones a la terminal exterior una vez que se completen las obras. Lo único que cambia es la marca. El operador lo que hace es la terminal exterior en conjunto con el estado.
Un año antes, en mayo de 2019 culminarán los trabajos en el Paseo del Bajo, la obra más grande que encaró la ciudad de Buenos Aires desde las autopistas de los años 70.
«El Paseo del Bajo fue concebido en un 80% para el puerto. No solo desemboca en sus muelles, está pensado para el tránsito pesado. Lo comparo con las rutas específicas para carga que se hicieron en Valparaíso y Veracruz. No pongo ejemplos de Dinamarca u Holanda sino de países con realidades más cercanas a la nuestra», dijo a Transport & Cargo Gonzalo Mórtola, interventor de la Administración General de Puertos (AGP).
Relleno
El funcionario, que recientemente fue electo como presidente de la Comisión Interamericana de Puertos de la OEA, recordó que «nos decían que era imposible rellenar para hacer una terminal exterior y les estamos demostrando que esto es factible a partir del notable avance que están teniendo las obras ya con 500 metros rellenados y otros 800 licitados».
Quedan aún ciertos temas pendientes como la ubicación de los operadores dedicados a contenedores vacíos.
«Este es un negocio residual del puerto y usar parte de la terminal exterior para este fin sería desmerecer la zona. Los vacíos es un tema que tenemos que resolver, no sabemos si mudarlos al Mercado Central, lo estamos analizando», destacó Mórtola.
También se estudia el futuro de los depósitos fiscales, los que también podrían trasladarse al Mercado central.
«¿Tienen que seguir existiendo los depósitos fiscales o mudarse a zonas francas? Ellos nacieron como auxiliares de la Aduana. Los puertos del mundo, o tienen puerto libre o tienen ZF, no tienen depósitos fiscales», señaló el interventor de AGP. Fuente: Transport & Cargo, El Cronista